
¿Qué es la depresión? Conflicto, Genesis y Tratamiento
La depresión se define como estado de ánimo triste, de malhumor, con inhibición del curso del pensamiento, débil voluntad e incapacidad de decisión. Existe una pérdida general de vitalidad, con falta de interés y energías. Aparecen sentimientos de culpa y acusaciones
Cada vez que perdemos algo que amamos o que para nosotros es importante (una persona, un amor, un bien o un ideal), pasamos por un periodo de duelo durante el cual, nuestros vínculos con lo perdido se van restaurando hasta conseguir otros objetos o destinos a los que seguir amando. Si la persona que ha sufrido esa pérdida no consigue recuperarse después de un tiempo, podemos pensar que se trata de algo más serio.
Freud estudió este estado afectivo, comparándolo con el estado que se presenta después de una pérdida, ya sea de un ser querido, de un ideal, de una esperanza, etc. Vió una gran diferencia, en la depresión existe una grave perturbación de la propia estimación, apareciendo autorreproches, acusaciones, sentimientos de culpa e indignidad, remordimientos, etc.
“La persona deprimida es su peor enemigo “
Es un estado en el que se teme el rechazo, se pueden realizar esfuerzos indebidos para ganarse el favor de los otros. Se podrá ser un compañero sincero, pero se subordinarán sus propios intereses y deseos a los de la otra persona.
Presenta un superyó punitivo, con tendencia a exigencias de perfección. Se concede poco placer a sí mismo y mide constantemente sus logros para decidir si ha estado o no a la altura de sus normas internas, encontrando frecuentemente que no es así.
La vida es un examen, y si se toma algún tiempo para distraerse, se siente culpable y fracasado. Su autoestima depende del apoyo de los demás.
EL CONFLICTO:
La depresión es un trastorno de la afectividad debido a una pérdida vivida por el paciente y una insuficiente elaboración del duelo.
Existe un conflicto que afecta la relación del yo con su ideal. Se sufren ataques y desprecio en la relación con uno mismo. Se acompaña de quejas y lamentaciones, que frecuentemente torturan al paciente y a las personas de su entorno. Se sufre una pérdida en el propio “yo”, lo que genera una pérdida de la autoestima.
Tiene lugar una disidencia con el deseo,
El deseo de control de los propios impulsos y emociones, el deseo de buen funcionamiento psíquico o de ser querido, el deseo de cumplir con ideales de perfección, el deseo de ser admirado.
Se sufre el sentimiento de desamparo e impotencia frente a la realización del deseo, con la correspondiente representación de sí mismo como incapaz de satisfacer el deseo.
El sentimiento de impotencia frente a la realización del deseo, con la imagen de sí mismo como incapaz. Se da la agresión contra uno mismo y consiguiente sentimiento de culpa.
GÉNESIS:
El origen de la depresión se sitúa en la confluencia del anhelo de potencia y la imagen de sí mismo.
La depresión es consecuencia de un colapso del ideal del yo, que provoca en el sujeto ese sentimiento de vacío e impotencia del cual resulta la pérdida del sentido de la vida.
Como el ideal influye en la autopercepción del “yo”, y esta confluencia es inconsciente, todo lo que contraría al ideal afecta a la autoimagen.
Al inicio de la vida, el niño, en su evolución normal, a través de aprender de la experiencia, incorpora confianza en su capacidad de amar, reparar y también controlar sus impulsos destructivos. Su auto-confianza hace que disminuya la ansiedad depresiva. Cuando esta confianza no ha podido establecerse de manera suficiente, el bebé experimentará el sentimiento de pérdida.
Entonces cada pérdida en la vida del individuo cuestionará su capacidad para elaborar los duelos.
En la vida sufrimos pérdidas de trabajo, de amigos, de compañeros, etc.
Melanie Klein sitúa la génesis de la depresión adulta en la primera infancia. Si el bebé no adquiere experiencias que le permitan tener una buena autoconfianza, no estará en condiciones, más adelante, a lo largo de su vida, de elaborar las pérdidas futuras.
Cuando se viva una pérdida en la edad adulta, se reactivará el conflicto del inicio de la vida y dará lugar a un episodio depresivo.
Todas las reacciones depresivas adultas son respuestas, con el precipitante inmediato en la vida adulta poniendo de manifiesto sentimientos que pueden retroceder hasta la niñez temprana.
Puesto que todo niño experimenta pérdida, sentimiento de inadaptación y
desamparo, todo adulto posee la capacidad para respuestas depresivas.
TRATAMIENTO. PSICOTERAPIA PSICODINÁMICA:
El propio carácter de la enfermedad hace que el paciente sea pesimista acerca del resultado del tratamiento.
Ante las pérdidas que se experimentan en la vida, es necesario no quedarse lamentándose de la situación en la que uno se encuentra.
Hace falta tomar una actitud resiliente, de adaptación a la nueva situación para seguir adelante con la propia vida.
Ser resiliente significa reponerse y no dejarse llevar por la negatividad del infortunio. Es aceptar la realidad tal y como se presenta.
Para ello, hará falta tener conocimiento de uno mismo. Saber con que patrimonio personal contamos para gestionar las situaciones adversas.
Regular nuestras emociones, estar en contacto con ellas sin que nos conduzcan al descontrol. Darnos espacio para reflexionar y tomar decisiones que no generen consecuencias negativas. Huir de perspectivas extremistas, ni tan terrible, ni tan maravilloso buscar una mirada realista.
El paciente deprimido ha recibido un golpe en su autoestima. Esto puede resultar de la ruptura de una relación con otras personas o bien un golpe directo a su capacidad de adaptación. Se trata de reparar el daño y de defenderse del trauma ulterior.
En la terapia las aclaraciones y las interpretaciones tienen por objeto poner de manifiesto los mecanismos inconscientes que subyacen a los síntomas.
El terapeuta interpreta las defensas con objeto de poner al descubierto los sentimientos y pensamientos que el paciente está tratando de evitar.
Los pensamientos son los causantes de las emociones. Si aprendes a pensar de forma adecuada, aprenderás a sentir de otra forma. Hacerse fuerte es aprender a controlar lo que te estás diciendo a ti mismo en cada momento.
La Psicoterapia psicodinámica tiene como meta la resolución de conflictos inconscientes. Se destaca la importancia de los estados emocionales internos, de los deseos y creencias en conflicto, que se analizan en la sesión con el terapeuta.
El paciente adquiere progresivamente la capacidad de ponerse en contacto con sus emociones tapadas por la depresión, lo que permitirá reconocer sus afectos y duelos no resueltos pendientes de elaborar.
Se pretende la asimilación de experiencias dolorosas y previamente apartadas de la conciencia.
Se otorga especial atención a la tensión existente entre la realidad y el ideal del “yo” en la psicoterapia del paciente deprimido.
La psicoterapia psicodinámica es la psicoterapia por excelencia para tratar la depresión. La Revista Científica American Psicologist ha publicado un informe en el que se revisaban los datos de los estudios existente entre psicoterapia psicodinámica y depresión. El autor concluyó que es la terapia que consigue unos beneficios más duraderos en el tiempo.